mapa propaLos ávidos cazadores del DX, los incansables en busca de una nueva entidad, los que buscan el 5BDXCC, saben y tienen la certeza matemática de que determinados comunicados en ciertas bandas solo pueden realizarse a unas horas muy concretas, que no son otras en las que doña propa suele mostrarse benévola para abrirnos ventanas, más o menos amplias, en las que realizar ese ansiado comunicado. Estas ventanas son más estrechas cuanto más bajas son las bandas, siendo especialmente críticas en 80m y no hablemos ya de los 160m. Estas señoras de la noche nos van abandonando conforme llegan el alba y los primeros rayos de sol, relegando los comunicados realizables a prácticamente nada. Sin embargo, nuestros amados 40m, esos que usamos a diario para mantener comunicados nacionales con buenas señales durante todo el día, no tienen un comportamiento tan crítico. Esta banda, que como las anteriores vive de noche, suele ser bastante cortés y considerada con los radioaficionados menos escrupulosos y concienzudos a la hora de planificar un determinado comunicado. De esta forma, siempre, en mayor o menor medida, nos da un periodo de gracia antes de irse a la cama, durante el cual se pueden hacer interesantes comunicados, cruzando el charco con relativa facilidad en función de como esté doña propagación que es, después de todo, quien dicta qué comunicados son realizables en determinadas bandas y horas. Durante ese periodo de gracia los comunicados nacionales, normalmente, son aún muy complicados.

El párrafo anterior no descubre la pólvora, es un hecho incontestable que todos los radioaficionados sabemos (o deberíamos saber) y se puede resumir en algo tan simple como que estamos sujetos a los caprichos (en realidad no son caprichos, sino algo mucho más científico) de la atmósfera (la ionosfera especialmente) para poder realizar o no determinados contactos. Sin embargo, me maravillo (aunque cada vez menos) al comprobar como algo que debería darse por sentado se pasa por alto como si fuera irrelevante.

Las actividades nacionales en 40m durante los fines de semana

punto de mira

Sigamos utilizando el símil de la caza. Estoy seguro de que nadie entendería un paraje acotado para este uso, pongamos un domingo a las 9:00h, en el que los conejos saltan y corren libremente esperando ser cazados, mientras que los cazadores comienzan a llegar en cuanto el coto abre sus puertas, a las 11:00h, hora ésta en la que los conejos deciden abandonar el lugar para desayunar, procrear, o lo que sea que hagan los conejos en su tiempo libre. Parece evidente que si presa, cazador y coto no coinciden en el tiempo difícilmente sea una jornada de caza productiva.

Si extrapolamos a la radio, ¿por qué nos empeñamos fin de semana tras fin de semana en hacerlo mal? ¿Por qué salen los conejos antes de que el coto esté abierto?

Los activadores mandan

Así es, y así debe ser, pero que el activador tenga la potestad de decidir cómo, cuando y dónde, no implica que su decisión sea siempre la correcta. De hecho pareciera que se ha instalado una norma no escrita de comenzar este tipo de actividades poco antes de las nueve (hora EA) y concluirlas una vez cumplidas las más o menos estrictas normas que impone cada diploma en lo relativo a tiempo en el aire o número de comunicados (muchas concluyen en cuanto se da alguna de estas dos condiciones, haya o no clientela).

antena campo

Aludiendo al título del post, madrugar por madrugar no tiene sentido. Entiendo a los activadores, sus obligaciones familiares, que quieren aprovechar el resto del día o que aspiran a subir en el ranking activando otra referencia (si las normas lo permiten) antes de la hora de almorzar. Pero el activador, al que hay que agradecerle el esfuerzo de coger el coche y arreos para desplazarse lejos de su casa solo para que el resto pueda trabajarlo, tiene que dar lo mejor de sí, ser conocedor del entorno en el que trabaja, y programar y preparar su actividad atendiendo a criterios que le lleven a hacer el mayor número de comunicados posible. Salir a las 9:00h (EA) en 40m no suele ser una buena idea. Concluir a las 10:30h es la puntilla.

Como activador que fui (y soy, con menos frecuencia de la que quisiera) recuerdo que hace mucho, mucho tiempo, las actividades comenzaban muy temprano en la mañana. Los primeros rayos de sol nos acariciaban mientras estábamos haciendo comunicados en 80m, banda en la que permanecíamos mientras hubiera corresponsales y/o condiciones, momento en el cual cambiábamos a 40m, aplicando el mismo criterio de permanecer en ella hasta que el último rezagado nos hubiera trabajado. Eran otros tiempos.

No todos lo hacen mal

Afortunadamente, aunque es una práctica que se repite con más frecuencia de la deseada, es justo reconocerle el buen trabajo otros compañeros que, aún empezando a horas muy tempranas en las que las condiciones de propagación no facilitan en absoluto el comunicado entre estaciones nacionales (haciéndolo en ocasiones imposible), permanecen en sus puestos como jabatos tras varias horas de operación, hasta que tras un buen rato llamando dan por concluida la actividad ante la falta de clientela. Incluso los hay que van más allá, aprovechando los momentos posteriores a la operación en SSB para otorgar la referencia en digitales o CW. Este ejemplo de una buena presa también existe, y sería muy injusto no mencionarlos.

El horario de verano no ayudará

reloj verano

La propagación y las condiciones de la atmósfera no entienden de hora UTC o cambios de horario. Dentro de unas semanas, en la madrugada del 24 al 25 de marzo, deberemos adelantar los relojes una hora. ¿Consecuencias? Comenzará a amanecer (y atardecer) más tarde, es decir, la propagación seguirá estando larga , grosso modo, una hora más que en el horario actual de invierno. Sin embargo las actividades seguirán con su horario habitual (hora EA), obviando este hecho (y todo lo anterior relativo al comportamiento de la propagación) por lo que el problema será más acuciado.

¿Por qué?

Seguramente sea un compendio de circunstancias las que se unen para no hacer las cosas como yo considero que deberían hacerse, pero para mi el motivo principal de que existan este tipo de actividades fugaces no es otro que la competitividad inherente generada por los rankings de activadores. El fundamento de éstos, desde mi punto de vista, está claro, y además es muy lícito y comprensivo, y no es otro que el de fomentar que los diplomas estén activos. Me consta que los organizadores de algunos diplomas intentan afinar las bases para evitar trampas y hacerlos lo más atractivos posibles para el resto, pero ¿como definir unas bases que primen la calidad frente a la cantidad? Ciertamente no es una cuestión sencilla y objetivamente medible.

Parece evidente que sin rankings de activadores las prisas por concluir las actividades serían mucho menores. Igual de cierto es que muchos no se animarían a salir cada fin de semana a entregar las más variopintas referencias si no existiera ese espíritu competitivo, espíritu que a la postre mantiene viva esta parte de nuestra afición, que será del gusto o no de algunos, pero que también forma parte de ella.

Conclusión

Tengo la (creo que buena) costumbre de hacer todas las cosas como considero que es mejor, pese a equivocarme. También tengo la (quizás mala) costumbre de intentar hacer ver al resto lo que desde mi punto de vista está mal, para intentar mejorarlo llevándolo por el camino correcto. No, no estoy en posesión de la verdad, pero cuando veo las cosas tan meridianamente claras (equivocado o no) no puedo evitar hacer lo que esté en mi mano (aunque sea mínimo) para intentar cambiarlo. 

Honestamente, veo un error y una práctica no recomendable comenzar a realizar actividades a horas en las que manifiestamente sabemos que las condiciones de propagación no permiten los comunicados nacionales (a los que van dirigidas las mismas), máxime cuando el inicio a esas horas tan tempranas implica mantener la actividad en el aire tan solo el tiempo necesario para cumplir las bases. Nada que objetar, evidentemente, a quien pese a madrugar y estar de inicio en malas condiciones de propagación, alarga su operación durante varias horas hasta que no hay clientela