Si habéis pasado por el apartado la radio que hago y tenido la paciencia suficiente para leer todo el artículo completo, habréis descubierto como entre los muchos modos que no trabajo están los digitales. Nunca me han llamado la atención y siempre he renegado de ellos, eso sí, respetando a quien le gusta trabajar en este modo. Sin embargo, como buen radioaficionado, el gusanillo de la experimentación ha aparecido y me he decidido a darle una oportunidad para, por lo menos, poder renegar, si fuera el caso, con conocimiento de causa.
En el momento de escribir estas líneas, enero de 2018, hay un modo digital por excelencia que ha desplazado al ya obsoleto RTTY o al reciente y exitoso PSK31, relegándolos a un espacio marginal dentro del mundo de los modos digitales. En los próximos párrafos descubriréis por qué, aunque se resume en pocas palabras: rapidez y comodidad.
Maximizando recursos
Detrás del FT8, pese a su sencillez y rapidez, hay un trabajo de desarrollo importante que debemos agradecer a K1JT, que no es un cualquiera, pues nuestro compañero americano Joe Taylor, además de radioaficionado, fue premio Nobel de Astrofísica en 1993. Casi nada.
El principal software de comunicaciones en FT8 está originalmente desarrollado por Joe, bajo el nombre de WSTJ-X, y ahí tenemos las primeras pistas del por qué se busca maximizar los recursos. WS son las iniciales de Weak Signals. Queda claro que el propósito de estas nuevas comunicaciones digitales (y otros modos soportados por el mencionado software) es aprovechar al máximo cualquier atisbo de señal recibida para ser capaces de codificar en ella un mensaje que permita la comunicación digital entre dos corresponsales (dos ordenadores en realidad). Nada que objetar, todo lo contrario. La labor de Joe permite comunicaciones efectivas impensables en cualquier otro modo (no, en CW tampoco) ya que, casi literalmente, podríamos decir que el sistema permite decodificar señales que nuestro oído simplemente no oye.
Poco más que añadir, pues estaciones muy modestas (en estos modos incluso se recomienda trabajar en QRP) tienen la posibilidad de completar comunicados irrealizables en fonía o telegrafía sin necesidad de altas potencias o complejas instalaciones de antenas.
Minimizando el esfuerzo
Lo anterior lleva aparejado un efecto secundario que le quita buena parte del aliciente (si no todo) a esta locura nuestra que es hacer radio, y es que la destreza del operador en el proceso de realización de un comunicado en FT8 es prácticamente indiferente. Su intervención a la hora de realizar el contacto se limita a hacer click con el ratón en la línea de tráfico que muestre un indicativo que nos interese (generalmente en color morado intenso que nos indica que es un new one), para que a partir de este momento sea el software el que se encargue del resto, haciendo la llamada, reconociendo el reporte recibido, devolviendo el nuestro y despidiéndose con un cortés 73, hasta que volvamos a pinchar en otra línea morada para seguir rellenando casillas de nuestro DXCC, TTLOC o diploma favorito. Tampoco será necesario recorrer las bandas a la caza de nuestros corresponsales ya que, como en otros modos digitales, toda la actividad está concentrada en una sola frecuencia, bastando con sintonizar el equipo en la misma y esperar a que en la ventana de tráfico o RX aparezca algún corresponsal de interés para nosotros.
El breve párrafo de arriba, a grandes rasgos, es la esencia de un comunicado en FT8, con una consideración importante y es que los intervalos de recepción/transmisión son de tan solo 15s, por lo que, en la práctica, se puede completar un comunicado en poco más de 1 minuto.
Ventajas
Las ventajas de este modo digital en concreto se deducen de lo anterior y explican por qué ha surgido una especie de fiebre en torno a él. Y es que muchos radioaficionados, entre ellos yo, que no se habían planteado nunca usar los modos digitales, han dejado de lado la SSB para centrar sus comunicados en FT8. Es simple, mientras que JT65, otro modo que estaba en auge hasta que apareció FT8, requiere de entre 4 y 6 minutos para completar un QSO, con FT8 se reduce drásticamente el tiempo necesario para dejarlo en poco más de un minuto. ¿Es o no es tentador?. Pero hay más, si tenemos nuestro transceptor conectado al ordenador vía CAT podemos hacer radio desde cualquier ordenador con conexión a internet sin complejas configuraciones, bastando tan solo una conexión remota con nuestro equipo, lo cual se puede hacer de forma trivial con una buena cantidad de software gratuito. Yo mismo he aprovechado algunos momentos ociosos en mi trabajo para hacer algunos comunicados. Ha bastado con abrir la sesión remota, ver un comunicado interesante, hacer doble click en él y dejar al programa hacer su trabajo, para regresar minutos después y comprobar si el comunicado se ha realizado correctamente.
FT8, ¿Sí o no?
No quería escribir esta nota antes de haber vivido en primera persona lo que tan solo conocía por oídas, y es que cuando ves en el DXclúster decenas de spots en FT8 y oyes a los compañeros hablar continuamente sobre sus virtudes, llega un momento en que comienzas a plantearte si no serás tú el que va en dirección contraria. Tras unos días probando activamente el software y este nuevo modo, la conclusión a la que he llegado no hace más que reafirmarme en la opinión que ya tenía formada sobre los modos digitales en general y el FT8 en particular.
Las primeras sensaciones negativas llegaron en cuanto dejé configurado el software y los interfaces necesarios para conectar transceptor al ordenador: silencio. Esto, sin duda, es puramente subjetivo, pero un cuarto de radio en el que no se oye QRM, señales de CW, el tradicional sonido de la modulación en SSB, o incluso la clásica musiquita del RTTY, no parece un cuarto de radio. Es un matiz sin demasiada importancia, lo reconozco, aunque lo terminé solventando habilitando el audio de las señales FT8. ¿Qué ridículo verdad? Puede ser, pero me sentía raro haciendo radio "sin oír nada".
Tengo la costumbre de dar más valor a aquello que requiere un mayor esfuerzo para ser conseguido. El FT8 está en las antípodas de esta afirmación. El modo está concebido para facilitar y automatizar al máximo la realización de un comunicado. No es necesario un aprendizaje previo y cualquiera que sea capaz de configurar el software podrá hacer radio en FT8 en cuestión de minutos con tan solo unos clicks. La intervención del operador se limita a seleccionar con quien se quiere hacer el comunicado, completando el software el resto proceso. Sí, es radio, pero no la hacemos nosotros, la hacen dos máquinas.
Desgraciadamente hay quienes no admiten mi reflexión de más arriba. Basta con echar un vistazo en los foros en los que se debate esta cuestión para comprobar como las posturas se enfrentan de forma bastante vehemente. Hay talibanes en los dos bandos incapaces de entender los argumentos de la otra parte, aunque yo prefiero situarme en una posición intermedia, en la que respeto a quien usa los modos digitales pero sin coartarme a la hora de dar mi opinión al respecto. No pretendo que mis interlocutores abandonen su software y cojan un manipulador de CW, aunque la reacción de quienes centran su actvidad en modos digitales suele ser bastante a la defensiva.
Conclusión
Tras unos días en los que tan solo he trabajado con FT8 para poder escribir con propiedad estas palabras, volveré a mi rutina habitual de buscar comunicados interesantes en SSB y CW. Sí, haré muchos, muchísimos menos contactos, pero los disfrutaré más, muchísimo más. Precisamente hace unos días empleaba la friolera de una hora (sí, 60 minutos con sus 60 segundos cada uno) en realizar un comunicado en 30m que era un new one para mi, sin antena para esa banda, acoplando y con unas señales muy comprometidas. ¿Es más valioso ese comunicado que el homólogo en FT8? A efectos de diplomas o de completar slots ambos tienen exactamente la misma validez. Sin embargo, para mi, son mucho más valiosos esos comunicados que son fruto del esfuerzo, veteranía, saber hacer, habilidad y, sobre todo, oído, del operador. Ejemplo de ello son esos DX transmitiendo en splits bastante amplios en los que nos volvemos locos intentando cazar la frecuencia en la que el DX oirá en su próxima llamada. Esa forma de hacer radio, en cierto modo, es un arte a la vez que una parte esencial que diferencia a los buenos operadores del resto.
Mantendré el software y toda la configuración para contadas ocasiones, quizás cuando alguna entidad realmente rara aparezca exclusivamente en FT8, para completar slots en alguna expedición interesante (veremos como se da Bouvet), o simplemente matar el gusanillo algún día con la propagación por los suelos pero, eso sí, volveré a mis hábitos dejando FT8 (y los modos digitales en general) como algo residual.